La propuesta de ponernos unas gafas violetas para ver con claridad las discriminaciones que la sociedad emite y produce, me parece una técnica interesante para aplicarla en muchos contextos sociales y a varias personas que debido a su situación, cultura o pensamiento, aún no son capaces de mirar con los mismos ojos a las mujeres y los hombres.
Considero que esta novela, es una eficaz herramienta de trabajo para adolescentes con el fin de trabajar la coeducación. Reflexionando y analizando la realidad en la que vivimos será más fácil, desarrollar una intervención para el cambio y eliminación del sexismo en la actualidad.
Pienso que el ideal de este fin sería que una vez que nos “pongamos las gafas” y seamos capaces de observar con claridad las incoherencias e injusticias que se aplican a las mujeres, nadie tenga que volver ha ponérselas, eso significaría que el problema ha desaparecido y sólo forma parte de una historia denigrante donde los protagonistas sólo han sido algunos y donde se ha situado a la mujer detrás de los escenarios.
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