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Gemma Lienas, escritora, entre otras muchas, del “Diario Violeta de Carlota”, la cual trata de una joven que “empujada” por su abuela consigue ver y analizar como la sociedad continua discriminando y desvalorando a la mujer y “Atrapada en el espejo” referente a la violencia de género. Estas dos lecturas fueron propuestas para la asignatura Técnicas e Instrumentos de Diagnóstico, y a partir de las cuáles se consigue la visita de la autora a la Facultad de Ciencias de la Educación.
La autora titula la Conferencia “Escribir desde unos ojos de mujer”, esto no significa que admita que le pongan etiquetas, es decir, no le gusta que marquen sus novelas como literatura para mujeres o feminista, como comenta Gemma, no existe una literatura para hombres y otra para mujeres, es literatura para personas. Si se encuentra alguna diferencia es porque cada cuál escribe desde su propia experiencia.
De acuerdo con Gemma, la visión androcéntrica procedente del patriarcado, continúa impregnándolo todo; televisión, internet, artículos, lenguaje, imágenes, libros, etc., todo se tiende a pensar dentro de esa idea como único patrón. Por ejemplo, como cita la escritora, las mujeres suelen leer libros escritos y protagonizados por hombres y mujeres, sin embargo, la mayoría de los hombres se centran en lecturas de historias masculinizadas.
En el campo de la lectura, pienso que ocurre como con los juguetes de la infancia, la mayoría de niños juegan con camiones, coches, pelotas, etc., y entre las niñas predominan las cocinas, equipos de limpieza, muñecas, etc., todos ellos recubiertos de un color rosa. En la actualidad esta situación continua tal cuál la redacto, sólo hace falta ver los anuncios de televisión que se emiten antes y después de los dibujos animados, es una clasificación vendida y continuada en nuestro día.
Esta idea se recoge en el libro “La mitad de Juan” escrito por Gemma, dónde un niño se ve arrastrado por la sociedad a abandonar sus juguetes porque piensan que sólo es de niñas, Juan se siente confundido, no sabe cómo actuar, como él desea o como desean los demás, necesita a alguien que le oriente y le muestre la realidad.
También se hace mención de varias de sus novelas, entre las que destaca; “Diario Rojo de Carlota”, referente a las relaciones sexuales-afectivas, “Diario Azul de Carlota” relacionado con temas de violencia de género, “Anoche soñé contigo”, tardó tres años en escribir y trata de dos mujeres que creen que sus maridos se han enamorado de otra.
Gemma nos cuenta que cuando escribe constituye un modelo, por ejemplo si escribe sobre la maternidad como en la novela “Condición de madre”, dónde intenta transmitir que la maternidad no es lo único ni lo más importante de una mujer sino “una pata más y cuántas más se tengan más difícil será caer”.
Las mujeres podemos llegar a donde queramos proyectando imágenes de futuro, lo que ocurre es que a lo largo de la historia han apartado la figura femenina de todos los campos sociales, no nos han informado de la participación, involucración, aportación e ideales de las mujeres, simplemente han sido censuradas, porque cuando una mujer se pone a investigar nadie cree que sea capaz de encontrar su objetivo. No podemos seguir permitiendo esta situación porque en muchos ámbitos de la vida aún continua sucediendo, no debemos seguir el modelo que nos imponen si no el que cada persona se construya.
Ana Escribano García
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Presentación del Blog
“El diario violeta de Carlota” es una novela que nos cuenta la historia de una adolescente que no era consciente de la existencia del sexismo en la actualidad.
Al igual que Carlota, muchas personas piensan que la situación de discriminación de género apenas existe en nuestra sociedad, pero es cierto que no se han parado a analizar todos y cada uno de los miles mensajes que a través del lenguaje, los medios de comunicación, etc., continúan tratando a la mujer por debajo del hombre.
He realizado un análisis de la realidad actual y he recogido toda la información en un blog, como herramienta de información, cuyo objetivo es convertir la pantalla en el cristal de las gafas violetas, y su contenido en la sociedad, así tod@s desde cualquier lugar o situación tengan una nueva forma de mirar el mundo para darse cuenta de la injusticia, desventaja, menosprecio, etc., hacia la mujer.
Al igual que Carlota, muchas personas piensan que la situación de discriminación de género apenas existe en nuestra sociedad, pero es cierto que no se han parado a analizar todos y cada uno de los miles mensajes que a través del lenguaje, los medios de comunicación, etc., continúan tratando a la mujer por debajo del hombre.
He realizado un análisis de la realidad actual y he recogido toda la información en un blog, como herramienta de información, cuyo objetivo es convertir la pantalla en el cristal de las gafas violetas, y su contenido en la sociedad, así tod@s desde cualquier lugar o situación tengan una nueva forma de mirar el mundo para darse cuenta de la injusticia, desventaja, menosprecio, etc., hacia la mujer.
En primer lugar, referente a la lectura “El diario violeta de Carlota”, presento una introducción, información sobre la autora, resumen de la novela, personajes e ideas generales y una conclusión final.
En segundo lugar, se observa un apartado ¿machismo en la actualidad? Se recogen los resultados obtenidos tras realizar esta pregunta a un grupo de personas y además aparecen una serie de fotos con las gafas violetas.
En tercer lugar, muestro noticias de actualidad donde se aprecia que el sexismo permanece, por un lado, anuncio de juguetes infantiles donde realizan una clara diferenciación entre los niños y las niñas, y por otro lado anuncios publicitarios, videos e imágenes que clarifican la existencia del machismo en nuestro días.
Esta es una herramienta en construcción, no posee todos los contenidos de la sociedad pero se podrá ir añadiendo información, comentarios, opiniones de otros, etc. Cuanto más abramos la mente mayores posibilidades tendremos para cumplir “deseos violetas”, aquellos que buscan la igualdad por y para tod@s.
En segundo lugar, se observa un apartado ¿machismo en la actualidad? Se recogen los resultados obtenidos tras realizar esta pregunta a un grupo de personas y además aparecen una serie de fotos con las gafas violetas.
En tercer lugar, muestro noticias de actualidad donde se aprecia que el sexismo permanece, por un lado, anuncio de juguetes infantiles donde realizan una clara diferenciación entre los niños y las niñas, y por otro lado anuncios publicitarios, videos e imágenes que clarifican la existencia del machismo en nuestro días.
Esta es una herramienta en construcción, no posee todos los contenidos de la sociedad pero se podrá ir añadiendo información, comentarios, opiniones de otros, etc. Cuanto más abramos la mente mayores posibilidades tendremos para cumplir “deseos violetas”, aquellos que buscan la igualdad por y para tod@s.
Ana Escribano García
Gº3p3 Curso 2009/2010
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Con las gafas violetas
A aquell@s que han participado en mi pequeña investigación les he ofrecido la oportunidad de ponerse las gafas violeta de Carlota, para que vean el mundo tal cual es y así puedan mirar con otras gafas la realidad existente y una vez sean consciente de lo visualizado colaboren en la construcción de un mundo mejor donde no se impongan modelos de vida por razón de sexo y se abra paso a la igualdad entre hombres y mujeres.
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Dispuse a preguntar ¿Existe machismo en la sociedad de hoy?, la respuesta por parte de las mujeres fue diferente a la de los hombres, el 57% de las entrevistadas, afirmaron que continua, mientras que el 67% de los hombres negaba la existencia de este machismo. Teniendo en cuenta que me encontraba con personas de distintas edades, a los más pequeños le propuse otra pregunta ¿Crees que los niños y las niñas pueden hacer las mismas cosas? Si la respuesta es negativa, está claro que responde con una afirmación a la primera pregunta.
En busca de la información
Para profundizar en la temática, he recogido la opinión sobre la discriminación de la mujer en la sociedad actual, a un grupo de cuarenta personas del Barrio de Triana, veinte mujeres y veinte hombres, de distintas edades. Es curioso que aún teniendo una muestra muy reducida de la población, los resultados que he obtenido.
Dispuse a preguntar ¿Existe machismo en la sociedad de hoy?, la respuesta por parte de las mujeres fue diferente a la de los hombres, el 57% de las entrevistadas, afirmaron que continua, mientras que el 67% de los hombres negaba la existencia de este machismo. Teniendo en cuenta que me encontraba con personas de distintas edades, a los más pequeños le propuse otra pregunta ¿Crees que los niños y las niñas pueden hacer las mismas cosas? Si la respuesta es negativa, está claro que responde con una afirmación a la primera pregunta.
He recogido varias de las ideas y comentarios que se dieron durante la entrevista, a continuación presento algunas de ellas:
- María (10 años): “Lucas es un niño de verdad porque no le gusta jugar con muñecas ni ver películas de princesas”.
- Estrella (8 años): “Hay un niño en mi clase que parece una niña porque le gusta jugar con la ¡comba!”
- Marta (9 años): “El trompo es un juego que pueden jugar niños y niñas pero las muñecas, por ejemplo, sólo son de las niñas”.
- Anabel (36 años): “Hay mucho machismo…, cambiar algunas costumbres como los juegos para niñas y niños va a ser muy difícil, igual que el racismo que todavía existe”.
- Paula (8 años): “A los niños no les gustan las canciones de niñas como las de princesa”.
- Raúl (31 años): “El machismo en la actualidad existe, no de forma generica pero sí en casos particulares, como por ejemplo, en la universidad de ingeniería la mayoría son chicos, las empresas de estos sectores están por tanto acostumbradas a recibir a hombres, y por este motivo muchas mujeres no se atreven a estudiar esta carrera”.
- Julia (29 años): “Sí… existe, no tanto como antes, pero si te das cuenta está por todos lados, en el super, la tele, los trabajos, y en todos lados”.
- Rafa (39 años): “La cosa ha cambiado mucho, ya no queda casi nada de machismo, la mujer tiene las mismas oportunidades que el hombre”.
- Manolo (29 años): "Ya no hay machismo, la mujer accede a cualquier puesto de trabajo igual que el hombre, incluso hoy día hay más hombres parados que mujeres".
- Antonio (39 años): "No, cada vez menos, gracias a la educación y a los medios de comunicación, las personas no tratan de forma diferente a las mujeres y hombres".
- Paula (10 años): "Los niños son menos cariñosos que las niñas".
- David (35 años): "En la sociedad actual ya no hay machismo, aunque quedan personas mayores de 50 años que aún siguen siendo machistas".
- Juan (8 años): "Sí hay diferencias porque veo como las mujeres tienen que hacer todo en la casa y los hombres no, no me parece bien porque los hombres también tienen que colaborar en las tareas domésticas de casa, no sólo en el trabajo".
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Desde sus comienzos en los años cincuenta, la televisión ha hecho de la población masculina el centro de su atención. Las minorías étnicas y raciales estaban totalmente ausentes hasta la década de los setenta, y sólo en la última década los programas han dado a las mujeres un papel prominente. Cuando aparecen los dos sexos, los hombres interpretan, por lo general, a los detectives brillantes, los valientes exploradores y los cirujanos expertos. Las mujeres, por el contrario, siguen interpretando los personajes menos capaces, y a menudo su principal virtud reside en su atractivo sexual. Veámos en este video como esta situación no ha cambiado.
Los cambios han sido especialmente lentos en la publicidad, pues ésta por lo general trata de llegar al público a través de pautas culturales muy arraigadas. Es frecuente por ello que la publicidad presente a los dos sexos a través de estereotipos. Tradicionalmente, los anuncios han presentado a las mujeres en casa, empleando productos de limpieza, sirviendo la comida, en tareas de costura o utilizando nuevos electrodomésticos.
La figura femenina suele situarse en el centro de la domesticidad, la familia, el hogar, el universo sentimental, a través de los que se plasma mensajes didácticos entorno al buen y al mal comportamiento. El rol asignado a las mujeres es el de madres e hijas dóciles, trabajadoras y abnegadas. Los hombres, sin embargo, predominan en los anuncios de automóviles, viajes, servicios bancarios, compañías industriales, o bebidas alcohólicas. La voz de autoridad casi siempre es masculina y si no, observen el video.
El país ha cambiado enormemente en las últimas décadas y lo ha hecho también en los aspectos relacionados con la mujer. Fijémonos en el empleo, por ejemplo, la tasa de mujeres ocupadas en 1978, por ejemplo, rondaba el 28 por ciento de las mujeres ocupadas y lo ha hecho también en muchos aspectos relacionados con la mujer y en la actualidad se sitúa en torno al 40%. El porcentaje de las mujeres en la universidad supera ya al de hombres. Pero hay algo que no ha cambiado desde los años 70 y que convierte a la mujer en el blanco de las estrategias de marketing.
La mujer sigue siendo la conservadora de valores y además el principal agente de consumo, es decir, las mujeres son el principal objetivo de las campañas publicitarias dada su doble condición de compradoras de artículos para su uso y el de otros.
La publicidad es una técnica de comunicación que se encarga de difundir e influenciar en el público un bien o servicio a través de los medios de comunicación, con el objetivo de motivarlos hacia una acción de consumo, teniendo en cuenta esta definición, todo lo que este tocado o manejado por la publicidad, maneja tópicos que afectan a la manera que tenemos de ver y entender la vida.
En este sentido la publicidad crea mundos paralelos y en muchas ocasiones se nos presenta una situación no real, llena de mensajes subliminales. Así la imagen de las mujeres que se ofrece desde la publicidad ha cambiado muy poco, esta llena de todos los prejuicios que todavía inciden sobre las mujeres, representadas como meros objetos sexuales, amas de casa, madres abnegadas, siempre mostrándolas como aquellas que no conocen de los grandes avances de la humanidad a quienes se debe educar, enseñar, incluso aconsejar sobre como realizar las labores domesticas.
Los anuncios que se emiten en televisión siguen utilizando a la mujer como objeto decorativo, como premio para el hombre o como personaje secundario, la voz que ofrece éxito siempre es la voz de un hombre, las mujeres siguen siendo presentadas como amas de casa y amas perfectas, los hijos e hijas solo son de las madres, sólo ellas entiende de leches, pañales, etc., estas cosas no se representan como responsabilidad de los hombres.
Si un hombre aparece realizando tareas del hogar será como castigo por haber hecho algo malo, como un favor que le hace a su mujer o como hombre soltero que normalmente suele ser el típico desastroso y por ello va una mujer, frecuentemente su madre a rescatarle de caos.
Hay productos como los coches donde los anuncios están hechos por y para los hombres. Normalmente los anuncios son protagonizados por un hombre que suele tener un estatus de vida acomodada, es guapo y tiene en un muy segundo plano a una mujer que lo admira, además cuando aparece una familia ocupando un coche con gran capacidad, nunca se verá a la mujer al volante.
A las mujeres que aparecen como profesionales se les presenta siempre como “superwoman” que además de ser trabajadoras no faltan a su papel de madres y esposas. En los espacios publicitarios dedicados al cuidado personal femenino en la mayoría de los casos aparece un cuerpo de mujer semidesnudo a esto le unimos que dichos cuerpos son de una delgadez evidente y sus senos artificiales, este hecho provoca que el resto de las mujeres que a diario ven la televisión se sientan poco atractivas y con un aspecto físico desmejorado con respecto al que viene en los anuncios.
Anuncios machistas
La representación de la mujer en la publicidad es muy importante porque los roles más significativos que se le atribuyen son sexistas y contribuyen a fomentar una imagen estereotipada, de ahí que en las últimas décadas, algunos colectivos hayan desarrollado movimientos para frenar este fenómeno. Es obvio que en la publicidad prima esta imagen de la mujer como objeto de consume frente a su representación publicitaria en actividades profesionales y directivas.
Desde sus comienzos en los años cincuenta, la televisión ha hecho de la población masculina el centro de su atención. Las minorías étnicas y raciales estaban totalmente ausentes hasta la década de los setenta, y sólo en la última década los programas han dado a las mujeres un papel prominente. Cuando aparecen los dos sexos, los hombres interpretan, por lo general, a los detectives brillantes, los valientes exploradores y los cirujanos expertos. Las mujeres, por el contrario, siguen interpretando los personajes menos capaces, y a menudo su principal virtud reside en su atractivo sexual. Veámos en este video como esta situación no ha cambiado.
Los cambios han sido especialmente lentos en la publicidad, pues ésta por lo general trata de llegar al público a través de pautas culturales muy arraigadas. Es frecuente por ello que la publicidad presente a los dos sexos a través de estereotipos. Tradicionalmente, los anuncios han presentado a las mujeres en casa, empleando productos de limpieza, sirviendo la comida, en tareas de costura o utilizando nuevos electrodomésticos.
La figura femenina suele situarse en el centro de la domesticidad, la familia, el hogar, el universo sentimental, a través de los que se plasma mensajes didácticos entorno al buen y al mal comportamiento. El rol asignado a las mujeres es el de madres e hijas dóciles, trabajadoras y abnegadas. Los hombres, sin embargo, predominan en los anuncios de automóviles, viajes, servicios bancarios, compañías industriales, o bebidas alcohólicas. La voz de autoridad casi siempre es masculina y si no, observen el video.
El país ha cambiado enormemente en las últimas décadas y lo ha hecho también en los aspectos relacionados con la mujer. Fijémonos en el empleo, por ejemplo, la tasa de mujeres ocupadas en 1978, por ejemplo, rondaba el 28 por ciento de las mujeres ocupadas y lo ha hecho también en muchos aspectos relacionados con la mujer y en la actualidad se sitúa en torno al 40%. El porcentaje de las mujeres en la universidad supera ya al de hombres. Pero hay algo que no ha cambiado desde los años 70 y que convierte a la mujer en el blanco de las estrategias de marketing.
La mujer sigue siendo la conservadora de valores y además el principal agente de consumo, es decir, las mujeres son el principal objetivo de las campañas publicitarias dada su doble condición de compradoras de artículos para su uso y el de otros.
La publicidad es una técnica de comunicación que se encarga de difundir e influenciar en el público un bien o servicio a través de los medios de comunicación, con el objetivo de motivarlos hacia una acción de consumo, teniendo en cuenta esta definición, todo lo que este tocado o manejado por la publicidad, maneja tópicos que afectan a la manera que tenemos de ver y entender la vida.
En este sentido la publicidad crea mundos paralelos y en muchas ocasiones se nos presenta una situación no real, llena de mensajes subliminales. Así la imagen de las mujeres que se ofrece desde la publicidad ha cambiado muy poco, esta llena de todos los prejuicios que todavía inciden sobre las mujeres, representadas como meros objetos sexuales, amas de casa, madres abnegadas, siempre mostrándolas como aquellas que no conocen de los grandes avances de la humanidad a quienes se debe educar, enseñar, incluso aconsejar sobre como realizar las labores domesticas.
Los anuncios que se emiten en televisión siguen utilizando a la mujer como objeto decorativo, como premio para el hombre o como personaje secundario, la voz que ofrece éxito siempre es la voz de un hombre, las mujeres siguen siendo presentadas como amas de casa y amas perfectas, los hijos e hijas solo son de las madres, sólo ellas entiende de leches, pañales, etc., estas cosas no se representan como responsabilidad de los hombres.
Si un hombre aparece realizando tareas del hogar será como castigo por haber hecho algo malo, como un favor que le hace a su mujer o como hombre soltero que normalmente suele ser el típico desastroso y por ello va una mujer, frecuentemente su madre a rescatarle de caos.
Hay productos como los coches donde los anuncios están hechos por y para los hombres. Normalmente los anuncios son protagonizados por un hombre que suele tener un estatus de vida acomodada, es guapo y tiene en un muy segundo plano a una mujer que lo admira, además cuando aparece una familia ocupando un coche con gran capacidad, nunca se verá a la mujer al volante.
A las mujeres que aparecen como profesionales se les presenta siempre como “superwoman” que además de ser trabajadoras no faltan a su papel de madres y esposas. En los espacios publicitarios dedicados al cuidado personal femenino en la mayoría de los casos aparece un cuerpo de mujer semidesnudo a esto le unimos que dichos cuerpos son de una delgadez evidente y sus senos artificiales, este hecho provoca que el resto de las mujeres que a diario ven la televisión se sientan poco atractivas y con un aspecto físico desmejorado con respecto al que viene en los anuncios.
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CONCLUSIÓN
La propuesta de ponernos unas gafas violetas para ver con claridad las discriminaciones que la sociedad emite y produce, me parece una técnica interesante para aplicarla en muchos contextos sociales y a varias personas que debido a su situación, cultura o pensamiento, aún no son capaces de mirar con los mismos ojos a las mujeres y los hombres.
Considero que esta novela, es una eficaz herramienta de trabajo para adolescentes con el fin de trabajar la coeducación. Reflexionando y analizando la realidad en la que vivimos será más fácil, desarrollar una intervención para el cambio y eliminación del sexismo en la actualidad.
Pienso que el ideal de este fin sería que una vez que nos “pongamos las gafas” y seamos capaces de observar con claridad las incoherencias e injusticias que se aplican a las mujeres, nadie tenga que volver ha ponérselas, eso significaría que el problema ha desaparecido y sólo forma parte de una historia denigrante donde los protagonistas sólo han sido algunos y donde se ha situado a la mujer detrás de los escenarios.
Considero que esta novela, es una eficaz herramienta de trabajo para adolescentes con el fin de trabajar la coeducación. Reflexionando y analizando la realidad en la que vivimos será más fácil, desarrollar una intervención para el cambio y eliminación del sexismo en la actualidad.
Pienso que el ideal de este fin sería que una vez que nos “pongamos las gafas” y seamos capaces de observar con claridad las incoherencias e injusticias que se aplican a las mujeres, nadie tenga que volver ha ponérselas, eso significaría que el problema ha desaparecido y sólo forma parte de una historia denigrante donde los protagonistas sólo han sido algunos y donde se ha situado a la mujer detrás de los escenarios.
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